Spain is different!

A diario nos bombardean en televisión diciéndonos que estamos sumidos en una terrible crisis económica y que vamos cuesta abajo y sin frenos. Pero, hay otra crisis muy grave  que lleva con nosotros mucho más tiempo que la económica y de la que poco se habla en los medios de comunicación: la crisis de valores.

Es en este país hemos sido, somos y seremos (porque no hay esperanza de que vayamos a cambiar a corto plazo) unos perfectos cafres.  Nos encanta opinar acerca de cosas sobre las que no tenemos ni puta pajolera idea creyéndonos que lo sabemos todo (¡mira, lo mismo que estoy haciendo yo ahora!). Todo el mundo cree que sabe más que un  economista, un ingeniero, un  médico, un juez o lo que se tercie. La ideología de uno mismo siempre es la idónea y la panacea todos los problemas del mundo. Poseemos la verdad absoluta y "el que no esté de acuerdo conmigo es que no tiene ni idea".

La ignorancia en España está de moda e incluso parece ser que es muy bien vista por grandes capas de la sociedad. Causa de ello es que estamos cansados de ver ciertos programas de televisión (yo diría que suponen más de un 60 % del total de la parrilla) que promueven y alardean muy orgullosos la ausencia de neuronas y los encefalogramas planos. Todos sabemos a qué tipo de programas me refiero. La ineptitud vende, da dinero y audiencia.

La juventud, en su mayoría, tiene como preocupación máxima el que le obliguen a pagar 1 $ por usar Whatsapp quejándose que no tienen dinero para hacerlo. Mientras te lo dicen, están sosteniendo en sus manos un móvil de ultimísima generación cuyo precio roza perfectamente los 300 € y con una facturación mensual que no baja de los 20 €. "Pero el Whatsapp no, que es muy caro y estamos en crisis". Empiezo a pensar que estaríamos dispuestos a salir a la calle manifestarnos por la gratuidad del Whatsapp que por los recortes en sanidad y educación.

La picaresca mediterránea también ha causado un daño considerable en la forma de pensar de la sociedad. Somos capaces de aplaudir al ciudadano que estafa a Hacienda porque tiene tres pisos en alquiler y no los declara o al que pide que la factura se la hagan sin IVA porque así "me sale más barato". ¿El argumento mayoritario de estos conciudadanos para legitimar sus acciones? "Como los políticos roban, yo también". Olé. En cambio, en estos tiempos de crisis parece que hasta la honradez y la honestidad no es buena porque, claro, hemos de mirarnos nuestro propio ombligo. No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú ... por ti mismo.

Decimos que los políticos son unos mangantes, corruptos y estafadores cuando luego, si nos preguntan, diremos que "yo si pudiera, haría lo mismo; para que lo robe otro, lo robo yo". En ese caso, ¿de qué nos quejamos? Tenemos los gobernantes que nos merecemos. Siempre he dicho que la clase política de este país es un claro reflejo de una buena parte de la sociedad española.