domingo, 30 de septiembre de 2012 0 COMENTARIOS

Encefalogramas planos y domingos

El conejo Duracell no sabe que existen los domingos.

Me gustaría saber porque los domingos tengo tan pocas ganas de darle al botón "ON" de mi cerebro para ponerlo a trabajar.

El séptimo día de la semana, para muchos, es síntoma de funcionar en "modo de ahorro de energía". Con el motor a bajas revoluciones no se puede lograr grandes objetivos personales ni pensar con claridad ó lógica y tendemos a movernos como puros animales: por instinto. Comer, ver la tele y dormir. Y poco más.

Después de un toda una semana con el cerebro echando humo, el domingo se produce el mismo efecto que cuando se le acababan las pilas al walkman. Es como las escenas a cámara lenta de Matrix: todo funciona a otra velocidad. 

Los domingos, nuestras neuronas permanecen aletargadas, tiradas en nuestro sofá mental... 

¿Sofá? ¿He dicho sofá

Ya sigo escribiendo si eso otro día, que es domingo.
sábado, 29 de septiembre de 2012 2 COMENTARIOS

Desconexión informativa

No, los enchufes de verdad no tienen ojos ni boca. Es un dibujo.

Desde que la crisis económica ha pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana tenemos a diario un torrente continuo de noticias que nos hablan de lo bien que esta este país, de lo felices que somos y de lo forrados que estamos. (Nótese la ironía, evidentemente)

Yo, hasta hace relativamente poco, todos los días leía periódicos, veía informativos, escuchaba la radio, debates políticos, documentales, charlas de economistas, etc. ... para curtirme, para informarme e intentar saber siempre un poquito más qué cojones carajo está pasando en este país y así poder tener una opinión y una visión completa (¡y culta!) de toda la mierda que nos está cayendo día tras día.

Hasta que me cansé.

Me cansé de leer periódicos que te cuentan que cada día estamos peor. Me cansé de escuchar por la radio informativos que abren con noticias terribles y apocalípticas (Piqueras dixit) sobre lo mal que está la cosa. Me cansé de visualizar debates políticos carentes de contenido útil en los cuales lo único que saben hacer sus contertulios es echarle la culpa al que tienen enfrente. Me cansé de ver documentales económicos que te lo pintan todo tan bonito que se le quitan a uno hasta las ganas seguir respirando oxígeno para empezar a respirar monóxido de carbono. Me cansé de economistas agoreros elevados a la máxima potencia...

Desconecté. OFF. Desde entonces (principios de año) lo poco de lo que me entero es por Internet y sigo pensando que debería desconectar todavía más. ¿Y sabéis una cosa? Vivo más relajado, más tranquilo. Feliz en mi ignorancia informativa. 

Hay una frase por ahí que dice que "la información es poder". Pues mire, no quiero tanto poder. 

Sé que mirar para otro lado quizá no sea la mejor opción, pero prefiero no enterarme de ciertas cosas y seguir pensando que todavía existe un pequeño reducto para pensar que el futuro no está tan lleno de mierda como por ahí dicen y que seremos felices y comeremos perdices. Sí, soy ingenuo.

Que bien voy ahora en el coche escuchando Radio 3...

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